Como no se me ocurre nada mas que poner, pues les contare de nuevo la triste historia de un feo gato, de cuyo nombre no quiero acordarme.. (jejeje). Era un jueves casi por la noche, y desde el día anterior un ruido como de pito nos iquietaba pero no nos preguntabamos de donde salía, entonces desesperado, mi vecino salio a ver que podría ser, y descubrio que el ruido venia de su carro. En esas salía mi mama a sacar al perro, que curiosamente se acerco al carro como olfateando algo dentro del carro. Por fin nos dimos cuenta que era un gato, pero no sabiamos en donde estaba, buscamos debajo del carro, por dentro, en las llantas, en el baul y nada. Entonces se nos ocurio ver en el motor, y efectivamente ahi estaba, un gatito negro de ojos verdes, chiquito y peli-parado, que seguramente entro ahi por el calo pero despues no se pudo salir y lloraba de hambre. Pues magüita lo cogió, se le cayó, lo atrapó, y le dio leche por esa noche, porque en mi casa no iban a aceptar gatos, y menos uno tan feo. El caso fue que ya paso una semana y el gato se quedó, pues es que ya descubri que es como imposible que un animal chiquito e indefenso entre a esta casa y vuelva a salir.
Ya al tercer dia me habia dado cuenta que de aqui no salia, entonces me dedique a ponerle nombre. Primero le puse Macbeth, pero por problemas de pronunciacion de la empleada me pidieron que le cambiara el nombre, no queria pero al final acepte, y le puse Melquiades. Resulta que ese tambien le quedaba muy dificil de decir, ademas nadie se acordaba como era y le decian Melquisedek, Melco, Melcocha todo lo que se puedan imaginar que comiense por "Mel" , menos el que era, asi que finalmente di con un nombre que todos pueen recordar facilmente y lo mas importante, pronunciar sin dificultad.. Merlín.. asi se llama mi gato negro de ojos verdes. (despues pongo foto) |
martes, diciembre 07, 2004
El gato
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1 comentario:
El otro día comenzó a sonar un sondio en el carro de mi papá, pensábamos que era una puerta o un caucho de alguna parte que se había caído, dijimos: "Ah jueputa otra vez donde el mecánico" pero no, el oído infalible de un pequeño niño determinó: es un gato. También era negrito y feito, estaba sobre la llanta y metido en un extraño lugar al cual no sabría ponerle un nombre, estaba ahí atorado, duramos dos horas tratando de sacarlo sin que saliera herido, era apenas un cachorrito, quizás se estaba montando al bus con su mamá y se había equivocado de llantas. Cuando lo pusimos en el suelo salió a correr quizás en busca de su familia, aunque no lo creo, los gatos no son así, pero de cualquier forma, no lo he vuelto a ver, y solo hasta ahora me acuerdo del suceso.
POL[punto]
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