La costumbre es necesaria para sobrevivir. Naturalizar no está mal. Tal vez nada esté bien ni mal. Así que lo único "malo" sería asignar a uno u otro lado las cosas.
Tal vez si dolió pero nunca me di cuenta. Era pequeña, pero era necesario. Ella lo necesitaba más que pequeña, se le notaba en la furia con que se lo ordenaba. Fue posible aprender a no llorar. O hacerlo por dentro si resulta inevitable. La congestion nasal y párpados hinchados tal vez se expliquen por eso. Así mismo implicaba aprender a recibir sin devolver. Escuchar sin hablar. Desviar sentimientos a toda velocidad. Sin hablar.
Curiosamente también fue posible aprender a no sentir frío. El anhelado abrazo es imposible. "Si es el elegido sobrevivirá". No sobrevivió. Solo las manos se congelan a veces, pero para eso no se necesita un abrazo. Deberían enseñarnos desde pequeños la importancia del abrazo, sincero. Pero además a manejar la frustración ante la posibilidad de un bloqueo abraciático.
Igualmente seguirá conservando el pacto nunca pactado, la representación del triple salto mortal en un tejido egipcio, que nada tiene que ver con nadie, más que con el ser aquí y el estar ahora.
domingo, mayo 18, 2008
Vacío por llenuras
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Palabras que atraen a los recuerdos... palabras que atan a un pasado comunicado... parece que, aunque la comunicación no existe, deja repercuciones literales o por lo menos profundas...
A unas palabras así; a una pantalla con versos así; a una persona como tú, un día le prometí, que nunca la dejaría estar sola...
Como escribes, atañe la remembranza de días pasados frente a la comunicación más indirecta y zigzagueada por el entendimiento propio y del otro. (Lo que más he apreciado.)
aveces.duele.siempre.duele.aveces (pero mucho)
Publicar un comentario