domingo, mayo 30, 2004

La otra puerta

No podía ver, por alguna razón, cuando paso la puerta. Quedó inmóvil, y una luz oscura entró en su cuerpo.
Por fin después de treinta años pudo liberarse, y cumplir su mas grande deseo, volar. No existía absolutamente nada que lo detuviera, ya no estaba atado, a lo que desde que nacemos, nos hacen creer que es la única realidad. La desgracia de esta alma inquieta, fue haberse dado cuenta, a tan corta edad, de la verdad, y es que la única realidad, es que nadie sabe la verdad, entonces no se pude afirmar como verdadera ninguna realidad. Ah, el ser humano es tan ignorante, lo peor de todo es que trata de convencerse de lo contrario, con todos esos avances, pero para que, si ni siquiera sabe de donde viene, ni en porque está, ni para donde va, y aún así cree que lo puede controlar todo.
Afortunadamente, tenia una mente rápida y enérgica como su alma, permanentemente impulsadas por la pasión que l producía el asombro de todo lo que podía sentir, y de lo poco que lograba entender al arriesgarse a analizar esa cuestionada realidad. Por eso fue que no tuvo tiempo para desesperarse y morir consumido en sus pensamientos, porque pronto encontró una salida, que lo llevaría a otro problema.
Decidió pensar, que cualquier cosa que pensara, era real. Y no es así?. Si ocupa en lugar, entonces existe, y la mente es un lugar, entonces todo lo que esta en ella, existe.
Así fue como pensó en la realidad desde los siete años, a veces pensaba, que si pensaba demasiado alguna en alguna cosa, así fuera inventada, podría materializarla, pero se dio cuenta que con este pensamiento, se contradecía. Materializar, es hacer que se pueda sentir con el cuerpo, hacerlo real. Y como el ya sabia, eso no es todo lo real, falta algo para llenar ese vacío, esa crisis existencial. Entonces se mezclaron de tal forma sus realidades, que ya no distinguía el uno del otro, día y noche eran iguales, dormir o estar despierto, también, pasado y presente se unían en un siempre infinito, que iba cambiando al ritmo de su mente, que ya no estaba fragmentada en esos dos términos científicos, conciente y subconsciente, simplemente pudieron estar juntos esos dos “yo” dejó de esconderse su mejor parte, su parte genial. Entonces podía hablar con lo inanimado, cambiar de momento, de color, la tierra se hundía y volvía a parecer, veía los movimientos, que nadie mas ve, como por la tarde, cuando la tierra leda la espalda al sol, la pelea que tiene sol y luna por verle la cara a la tierra, o todos los globos rojos del mundo, que suben mientras la gente muere, en fin, todo lo pensaba, todo lo veía, todo lo sentía.
Tenía como compañero un ser extraño, parecido a un gato sin color, con alas de polvo, y tiene una habilidad muy particular, al abrir su boca, todo lo que deseaba lo desaparecía. Él decía que lo inexistencializaba, porque después ya nadie se acordaba de lo que era, o mas bien, ni se acordaban que existió.
Las demás personas nunca lo entendieron, decían que estaba loco y que necesitaba ayuda. Pero el sabía muy bien que era todo lo contrario, ellos no se habían dado cuenta de la verdad, ni despertaban de su cómoda obediencia. No le molestaba que lo llamaran loco, no es sino un concepto, que define a todo el que se sale de lo que según todos, es normal. –Ellos son los perdidos, caminando al mismo ritmo, de la misma forma, haciendo posible el movimiento de ese papel moneda, o de esas cosas redondas que brillan. Su vida entera gira en trono a eso, porque es la única forma de ser felices algún día (según ellos). Y después yo soy el obsesionado con las ideas.
...continuará...

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